En Instituto
Adventista de Formosa, forma parte de una extensa red de educativa mundial, que
pertenece a la Iglesia Adventista del Séptimo día, por lo que cumple los
objetivos y contenidos curriculares de cada estado en particular, pero
adecuándolos a la filosofía que sustenta la Iglesia de la cual depende, por
ello, Previo al tratamiento del tema que nos convoca, -E.S.I. Ley Nacional Nº
26.150 y lineamientos curriculares para la implementación en el año 2013,-
reflexionamos sobre lo que sigue más abajo y que es parte de lo que nos
identifica como educación Cristiana.
DECLARACIÓN DE VISIÓN
El Instituto
Adventista de Formosa es una comunidad educativa que se proyecta a la ciudad de
Formosa, reconocida por los valores cristianos que procura la excelencia de sus
servicios educativos. Es un sistema que busca ser reconocido por su excelencia
y fundamentada en principios bíblicos y cristianos
DECLARACIÓN DE MISIÓN
El Instituto Adventista de Formosa
tiene por misión restaurar en los niños y jóvenes la imagen y semejanza a Dios
a través del desarrollo del carácter. Promueve a través de la educación, el
desarrollo integral del educando, para formar ciudadanos autónomos y comprometidos
con el bienestar de la comunidad, de la patria y con Dios.
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Filosofía de la Educación
Adventista
La Educación Adventista –Sistema Educativo de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día- considera a la Biblia como la fuente de la auto revelación de
Dios y acepta como fundamentos básicos de la visión bíblica para la educación
cristiana los siguientes aspectos: la existencia de un Dios Creador; la
creación del universo y del mundo perfectos. La creación del ser Humano a
Imagen y semejanza de Dios, con libertad de elección y decisión; el surgimiento
del pecado y la pérdida parcial de la imagen de Dios, la incapacidad del ser
humano para restaurar su naturaleza original sin el auxilio divino; La
iniciativa de Dios para la restauración del ser humano por medio del
nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo; la acción del
Espíritu Santo en el plan de la restauración
de la imagen de Dios en la Humanidad caída. La esperanza en el regreso
de Cristo para terminar con la historia terrestre en su fase del pecado, la
restauración del mundo y de los seres humanos a su primera condición.
Mediante este
fundamento bíblico – cristiano, la educación adventista también se coloca ante
las grandes cuestiones filosóficas en lo tocante a los aspectos antropológicos,
axiológicos, epistemológicos y, consecuentemente, educacionales de la
existencia humana
En cuanto a la naturaleza
humana, en la Educación adventista, el ser humano es considerado desde la
óptica de la creación y no desde una perspectiva evolucionista.
En lo epistemológico:
Para la Educación adventista, el
conocimiento verdadero tiene su origen en la fuente de toda sabiduría: Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y en la revelación hecha a través de
Jesucristo, de las sagradas escrituras, de la naturaleza y de la iniciativa
divina de colocar en el ser humano una ventana hacia lo trascendente que le
permite oír el llamado de Dios.
La Biblia es la mayor fuente de
conocimiento y, por lo tanto es la base de la autoridad epistemológica. Todas
las otras Fuentes del saber deben estar
en relacionadas con las sagradas escrituras que proveen la integración
necesaria del currículo en una perspectiva cristiana.
La palabra de Dios debe ocupar el lugar más
alto como libro educativo y debe ser tratada con la mayor reverencia.
En lo axiológico:
La ética cristiana tiene una
función redentora y restauradora, por causa de la caída que alienó a las
personas de Dios. Así, la formación del carácter del educando a semejanza de su
creador es el gran blanco de la
educación cristiana. Eso le permitirá crear y desarrollar un conjunto de
principios que lo harán capaz de juzgar
en forma autónoma entre lo
correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal, entre lo sagrado y lo
profano, entre el yo y el otro, entre el yo y Dios. Como resultado sus
pensamientos y acciones se desarrollarán de acuerdo con lo que es virtuoso y
correcto, llevándolo a subyugar su yo y a coordinar sus intereses y necesidades
con los de sus semejantes, con los de la naturaleza y con los de Dios.
La estética también forma parte de una pedagogía redentora
y restauradora. Todo lo que existe fue creado por Dios. El acto creador también
es una característica humana dada por Dios. Lo que nos distingue de Dios en lo
que se refiere a la capacidad de crear es que Dios crea a partir de la nada, y
el ser humano crea a partir de los recursos existentes provistos por Dios. Al
crear al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, Dios los dotó de un
patrón estético semejante al suyo y con un conjunto de creencias semejantes a
las suyas.
De esa manera, el espacio y el ambiente escolar
constituyen una importante oportunidad para el desarrollo de la estética
redentora a través de la restauración del carácter del educando a imagen de
Dios. “Tal vez aquello que es más bello, visto por la perspectiva cristiana,
sea aquello que contribuye a la restauración del individuo a una relación
correcta con su Creador, sus semejantes y consigo mismo. Lo que es malo y feo,
es aquello que obstruye el proceso restaurador
En lo pragmático:
(La verdad de una afirmación se prueba en sus resultados.- en la práctica)
La educación es un concepto sumamente amplio y señala una realidad
compleja. Son muchas las influencias que ejercen una acción educadora sobre la
persona, pero la más importante y duradera para bien o para mal, es la que
se recibe en el hogar. Existe entonces
una verdadera educación y una falsa educación, (en término de los productos
que de cada una de ellas obtiene) con las consabidas influencias y
resultado en la formación del individuo.
Algunos de los
conceptos fundamentales de la verdadera educación aparecen en el libro “La
Educación” de Elena G. de White que se transcriben a continuación:
“La verdadera educación
significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. ... Abarca
todo el ser y todo el período de la existencia accesible al hombre”
. . en vez de debiluchos
educados, las instituciones del saber debieran producir hombres fuertes para
pensar y obrar, hombres que posean amplitud de mente, claridad de pensamiento y
valor para defender sus convicciones”.
Los alumnos deben recibir en el colegio una
preparación tal que los habilite para lograr en la sociedad una posición
respetable, honesta y virtuosa”.
“Los
jóvenes ... necesitan aprender que el trabajo honrado no degrada a nadie. Lo
que degrada es la ociosidad y la dependencia egoísta. La ociosidad fomenta la
complacencia propia y da como resultado una vida vacía y estéril, un terreno
propicio para el desarrollo de toda clase de mal” ... “Todo joven, al salir de
la escuela, debiera haber aprendido algún oficio y ocupación mediante el cual,
si fuere necesario, se pudiese ganar la vida”.
En la excelencia, por medio
del esfuerzo puesto al servicio de la búsqueda de la trascendencia como
ser humano y como hijo de Dios.
En el servicio
como la proyección del hombre más allá de sí mismo motivado por el amor que
proviene de Dios, en una respuesta de amor a Dios y al prójimo.
La formación de la persona como un todo para que pueda ser
un actor responsable, creador y hacedor de una mejor calidad de vida para él y
sus semejantes
Realizada
esta observación y lectura de algunos artículos de la ley se tratan los
lineamientos curriculares y objetivos que se trabajarían en el año 2013, en cada
ciclo,
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